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Exploración de Obra

Nísperos de invierno

Las flores y frutas fueron temas pictóricos centrales en la obra de Juan Francisco González. Les dedicó mucho tiempo a lo largo de toda su vida, intensificando su producción a partir del año 1907. En esos época era profesor de croquis y dibujo en la Escuela de Bellas Artes y participaba en un colectivo de artistas llamado “Grupo los Diez”, intelectuales de distintas disciplinas, quienes buscaron innovar tendencias artísticas y literarias. Las frutas integraron su dieta diaria, además de ser objeto de estudio. Al momento de pintar, las solía colocar sobre vidrios de manera que la luz que estos reflejan, las iluminarán y le ayudaran a apreciar las zonas más brillantes. Manzanas, peras, duraznos, sandías y melones, chirimoyas, lúcumas, brevas o ciruelas, además de frutillas, cerezas, grosellas y nísperos, las pintaba mientras estuvieran en temporada.

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Nísperos de invierno

Sin fecha

Óleo sobre tela

30,5 x 39 cm

Las flores y frutas fueron temas pictóricos centrales en la obra de Juan Francisco González. Les dedicó mucho tiempo a lo largo de toda su vida, intensificando su producción a partir del año 1907. En esos época era profesor de croquis y dibujo en la Escuela de Bellas Artes y participaba en un colectivo de artistas llamado “Grupo los Diez”, intelectuales de distintas disciplinas, quienes buscaron innovar tendencias artísticas y literarias. Las frutas integraron su dieta diaria, además de ser objeto de estudio. Al momento de pintar, las solía colocar sobre vidrios de manera que la luz que estos reflejan, las iluminarán y le ayudaran a apreciar las zonas más brillantes. Manzanas, peras, duraznos, sandías y melones, chirimoyas, lúcumas, brevas o ciruelas, además de frutillas, cerezas, grosellas y nísperos, las pintaba mientras estuvieran en temporada. Muchas crecían en los patios de las casas que habitó, entre estas, en las localidades de Limache, Melipilla o calle Jotabeche, en Santiago; igualmente las reprodujo en casa de sus amigos, mientras permanecía por una temporada descansando y trabajando, en Llolleo, Batuco o San Bernardo, todos lugares cercanos a la capital.  Cuando se trasladó definitivamente a Melipilla en 1920, donde fallece en 1933, fue el periodo en que realizó una gran cantidad de obras donde la fruta fue su tema más importante. “Soy un vagabundo embadurnador de cartones con frutillas”, decía, refiriéndose a su interés por componer estos temas sencillos; frutillas en su momento justo de madurez, junto a otras blancas, endémicas del territorio americano, como se aprecia en esta pintura.

En esos años empleó soportes de arpillera o lienzos de tramas gruesas, en muchas ocasiones, similares al usado para Nísperos de invierno. Es también la época cuando deja de barnizar sus lienzos. Sin embargo, Nísperos presenta uno grueso, probablemente aplicado años después de su realización, y que tenía como fin proteger la capa pictórica, debido a un grave incidente que sufrió la obra, de acuerdo a lo que puntualiza el historiador Ricardo Bindis, sin detallar el accidente que la tela soportó. Estas dos pinturas han podido ser apreciadas por el público en una serie de oportunidades, que incluye una muestra preparada por el propio Banco en el Hall del primer piso el año 2005. Esa curatoría, titulada “Convergencias”, contrastó pinturas de Juan Francisco González con otras obras de la colección, ejecutadas por el creador Arturo Gordon (1883-1944). Fuera de los muros de ese instituto emisor, Nísperos de invierno integró una muestra retrospectiva del artista el año 1953, a 20 años de su muerte, en el Museo Nacional de Bellas Artes. En tanto Frutillas, fue seleccionada en dos ocasiones. Primero, en 1988, exponiéndose junto a otras piezas de la pinacoteca del Banco en el Museo Nacional de Bellas Artes y luego, el 2013, para una monografía de González celebrada en la Corporación Cultural de Las Condes, en Santiago.

Nísperos de invierno          

BIBLIOGRAFIA

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Bindis, Ricardo: Pintura chilena, doscientos años, Origo Ediciones, Santiago de Chile, 2006, p. 158.

Cruz, Isabel: Arte. Historia de la "pintura y escultura en Chile" desde la colonial al s. XX, Ed. Antártica, Santiago de Chile, 1984, pp. 262-264.

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Oyarzún, Luis; Romera, Antonio: Las flores y las frutas en la pintura chilena, Instituto Cultural Las Condes, Santiago de Chile, 1972.

Pereira Salas, Eugenio: Historia del arte en Chile republicano, Ed. Universidad de Chile,  Santiago de Chile, 1992.

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S/A: Exposición en el Banco Central de Chile, en diario El Mercurio/Artes y Letras, Santiago de Chile, 2005.

Solanich, Enrique: Naturalezas muertas. Pintura chilena, Ministerio de Educación, Casa de la Cultura, Santiago de Chile, 1975.

VV.AA.: Exposición retrospectiva del pintor Juan Francisco González, Extensión Plástica U. de Chile y Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile, 1953.

Zegers de la Fuente, Roberto: Juan Francisco González. El Hombre y el artista, 1853-1953, Ediciones Universidad de Chile, Santiago de Chile, 1953.

EXPOSICIONES      

1953    Retrospectiva del pintor Juan Francisco González, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile.

2005 octubre diciembre         Convergencias, Juan Francisco González-Arturo Gordon

PROCEDENCIA       

Al menos hasta 1953 Le pertenecía a la señora Elena Marín de González.

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