Cerro Bellavista - Colección de Pinturas de Banco Central de Chile

Cerro Bellavista

1940

Óleo sobre tela

69,5 x 59,5 cm

Herrera Guevara presenta dos vistas clásicas de Valparaíso (Cerro Bellavista y Esquina verde de Valparaíso), en las cuales desarrolló un estilo ingenuo, donde la perspectiva y el volumen es relativizado en función de una composición general, donde priman los colores vibrantes, mostrado su visión peculiar sobre la ciudad puerto. En Cerro Bellavista, el pintor desplegó una gama de colores de lleno de vitalidad, de unos de los sectores más representativos del puerto. Ubicado en el sector central de la los cerros que conforma la bahía, tomando el nombre a su posición y la vista panorámica de toda la bahía y del puerto. Sus casas, algo más grises en la época de Herrara Guevara, el pintor las representa con colores vibrantes,  el autobús que sube por la calle lleva el nombre del cerro y le otorga un elemento popular y cotidiano a este rincón del puerto.  El pintor nacional Sergio Montesinos escribió en la Revista Pro Arte en 1948, captando la esencia de la pintura de Herrera Guevara: “ Para transfigurar la visión real de la naturaleza en ilógicos y mágicos aspectos, Herrera Guevara pintaba sin cálculo, ni reflexión. Lo hacía con la misma fruición de los niños que mezclan colores, vacían sus tubos, ensucian sus pínceles y garrapatean el papel o la tela, para estampar su pueril candor. Las figuras que no respetan dimensiones se componen arbitrariamente, dentro de un escenario de juguete, empleando tonos muy cálidos, a veces de mucho empaste y aplastados directamente sin pinceles, ni espátulas, rayando a menudo con clavos las superficies ya pintados”. Efectivamente, pintaba sin cálculo ni reflexión, dando cuenta de una pintura que se asienta en un lenguaje ingenuo, pero por sobre todo es una pintura expresiva. Herrera Guevara traspasaba su mirada de la realidad a imágenes vibrantes en sus telas o cartones, De la misma manera se puede apreciar esta mecánica en la pintura Esquina verde de Valparaíso, donde se aprecia una esquina tradicional del puerto, enmarcada en un fondo tapizado de construcciones. Una expresividad basada en trazos y colores que sube por la tela hasta el borde superior, creando una arquitectura reconocible como de Valparaíso. Ciudad- puerto con características únicas y que Herrera Guevara pudo captar en forma notable, mostrando estas características peculiares de estos espacios urbanos.

BIBLIOGRAFÍA

Sergio Montesinos: “ Luis Herrera Guevara, pintor del instinto”, Revista Pro Arte, N° 7. jueves 26 de agosto de 1948, Santiago de Chile, p.23.

Richter, Marisol; Valdivieso, Cynthia: Implementación de plan de catalogación de la colección de las  obras visuales del Banco Central de Chile, (inédito) Santiago de Chile,  2014-2016, Ficha de la obra, s/p.

Romera; Antonio: Herrera Guevara, Instituto de Extensión de Artes Plásticas, Facultad de Artes de la Universidad de Chile, Editorial Universitaria, Santiago 1958.

Waugh, Carmen: Catalogo Exposición Dos pintores ingenuos. Fortunato San Martín-Luis Herrera Guevara, Sala de Arte Fundación Telefónica, Santiago de Chile, 2005. p.83.

EXHIBICIONES        

2004    Dos pintores ingenuos. Fortunato San Martín-Luis Herrera Guevara, Sala de Arte Fundación Telefónica, Santiago de Chile, 2004.

PROCEDENCIA       

1972    Esta obra de Herrara Guevara fue comprada en 1972 por el Banco Central al coleccionista chileno Álvaro de Silva (Alvaro Hinojosa Silva), quien residía  en Nueva York, por recomendación del Ministerio de Relaciones Exteriores, con el fin que esta colección fuera patrimonio de Chile.