Procesión - Colección de Pinturas de Banco Central de Chile

Procesión

Sin fecha

Óleo sobre tela

56,5 x 41 cm

La escenificación de una tradicional procesión católica, es el tema que Pedro Subercaseaux Errázuriz eligió para representar, en esta tela, elementos culturales característicos de una de las formas más relevantes del culto exterior del cristianismo.

Pasada la Edad Media en Europa y con la aparición de las órdenes mendicantes, en los siglos XIV y XV, las vivencias religiosas del pueblo se hicieron muchos más evidentes, gracias a la motivación de estas órdenes mendicantes al acercar lo doctrinal y lo litúrgico al pueblo. Esto se hizo evidente en una fe que se expresó en la devoción en las imágenes, reliquias que no solo permanecen en los templos, sino que salen al exterior, mezclando lo sagrado y lo profano, ya que esto se plasmó en fiestas populares.  En el siglo XVI y con el Concilio de Trento las procesiones se tornan en unos de elementos centrales de la expresión de la piedad de la cultura católica tanto en Europa, pero especialmente en América luso-hispana. El Concilio de Trento motivo la expresión pública de la fe, entre otras cosas como una respuesta a la Reforma Protestante. En el ámbito americano las procesiones fueron un instrumento poderoso de evangelización, pero especialmente de persuasión a través del impacto visual de imágenes, cantos y formas litúrgicas que creaban atmosferas altamente sugestivas que movían la emocionalidad religiosa. Pedro Subercaseaux desarrollo un itinerario pictórico basado en la pintura de historia. Por lo que Subercaseaux hecho mano de una cantidad de recursos propio de una pintura de descripción que la hiciera verosímil y por extensión educativa, al mostrar una composición plástica plagada de citas históricas a través del vestuario, la escenificación y la ambientación de la arquitectura. Una pintura llena de detalles en todos los planos de la composición, que apuntan más bien a una ilustración, sin duda la pintura es parte de una serie de trabajos de Subercaseaux destinada a la publicación en revistas sobre temáticas históricas. El pintor fue prodigo en la creación de pinturas de historia con niveles de descripción notables, que en muchos casos eran composiciones ideales, no correspondientes a la realidad histórica. Esta pintura es el caso más evidente de la construcción de una ambientación histórica idealizada de un pasado colonial hispánico perfecto. La obra fue subastada el 26 de agosto de 1978, en la Casa de remates de Ramón Eyzaguirre.

BIBLIOGRAFÍA

Bindis, Ricardo: Tasación Pinacoteca Banco Central de Chile, (inédito) Santiago de Chile, 1986-87, Ficha nº 97, p. 247.

Richter, Marisol; Valdivieso, Cynthia: Implementación de plan de catalogación de la colección de las  obras visuales del Banco Central de Chile, (inédito) Santiago de Chile,  2014-2016, Ficha de la obra, s/p.

PROCEDENCIA       

1987    La pintura fue ingresada a la colección del Banco Central de Chile como una dación de pago por parte del Banco de Talca.