Cabeza de mujer - Colección de Pinturas de Banco Central de Chile
Exploración de Obra
Cabeza de mujer
Este óleo sobre tela de Arturo Gordon Vargas denominado “Cabeza de mujer” representa un busto de un personaje femenino no identificado y fue conocida también con los títulos “Estudio de cabeza” y “Retrato”.
Esta obra de pequeño formato fue exhibida en la Sala La Capilla del Teatro Municipal (1974) con el título “Estudio de cabeza” y era propiedad del coleccionista de arte Fidel Angulo. Se inscribe en una serie de trabajos de la misma temática que realizó Gordon Vargas durante la primera parte de su carrera artística, la mayoría de los cuales califican como “estudio”, de tipos populares, en concordancia con el trabajo de la pintura mural y en específico en los bocetos realizados en España, que se caracterizan por la experimentación de generar volúmenes a través del color y el trabajo de la luz.
Saber másCabeza de mujer
Sin fecha
Óleo sobre tela
50 x 40 cm
Este óleo sobre tela de Arturo Gordon Vargas denominado “Cabeza de mujer” representa un busto de un personaje femenino no identificado y fue conocida también con los títulos “Estudio de cabeza” y “Retrato”.
Esta obra de pequeño formato fue exhibida en la Sala La Capilla del Teatro Municipal (1974) con el título “Estudio de cabeza” y era propiedad del coleccionista de arte Fidel Angulo. Se inscribe en una serie de trabajos de la misma temática que realizó Gordon Vargas durante la primera parte de su carrera artística, la mayoría de los cuales califican como “estudio”, de tipos populares, en concordancia con el trabajo de la pintura mural y en específico en los bocetos realizados en España, que se caracterizan por la experimentación de generar volúmenes a través del color y el trabajo de la luz.
Dentro de la historia del arte nacional Arturo Gordon ha sido considerado como uno de los exponentes más destacados de la denominada Generación del 13’, grupo conformado mayormente por alumnos de la Escuela de Bellas Artes, dirigidos por el pintor español Fernando Álvarez de Sotomayor. Tal como remarcó Antonio Romera en su Historia de la Pintura Chilena (1951), citando al crítico Albrecht Goldschmidt, “Gordon arrastraba sedimentos de un tardío posromanticismo, buscando la emoción por medio del color y de los fuertes contrastes en su composición”. En esta línea, dentro del panorama de los pintores de esa generación, se ha insistido que Gordon rompió de manera tajante con la tradicional sobriedad de la paleta utilizada hasta el momento por gran parte de los pintores nacionales. Como también lo afirmaran Gaspar Galaz y Milan Ivelic, en “La Pintura en Chile. Desde la Colonia hasta 1981”, el pintor renunció a la concepción inmutable de las cualidades sensibles de la realidad establecidas por la pintura académica”. Sin duda su obra sale del molde tradicional de la pintura académica chilena, pero responde a las tendencias que se estaban imponiendo ya en la década de 1920, manteniendo una opción figurativa, pero agregando una dosis importante de expresividad personal.
Arturo Gordon Vargas ingresó a la Academia de Bellas Artes en 1903, posteriormente se instaló, a partir de 1922, en Valparaíso. En Santiago condujo el curso de pintura en la Academia de Bellas Artes en el edificio de la Avenida Brasil 570. En 1926 trabajó junto con Laureano Guevara en los murales de la Biblioteca Nacional y posteriormente en 1929, también con Guevara, viajó a España para realizar los murales en el Pabellón Chileno de la Exposición Internacional de Sevilla. De este período, durante su estancia en España, correspondería este estudio en el contexto de realización de los murales para el Pabellón chileno en Sevilla, que correspondería a bocetos y pinturas de gitanas o más bien a tipos populares de Andalucía.